En esta coyuntura en que las mujeres vuelven a salir en forma masiva a las calles a luchar por la defensa de sus derechos ante una ola conservadora instalada en varios gobiernos del mundo que pretende quitarles los espacios ganados con mucho esfuerzo, Google destaca la figura de Bessie Coleman, la primera mujer afroamericana piloto.

En 1915, cuando tenía 23 años, Coleman se mudó con sus hermanos a Chicago, donde trabajó como manicurista. Solía escuchar testimonios de pilotos que habían vuelto de la Primera Guerra Mundial y así empezó a nacer su deseo de ser aviadora.

Según cuentan, su hermano solía molestarla con la idea de que las francesas eran mejores que las afroamericanas porque ya eran pilotos.

Para Coleman había una barrera para ser admitida en las escuelas de aviación de Estados Unidos: ser negra y mujer. Ni siquiera un aviador estadounidense afroamericano podría entrenarla. 

Pero, así como hay racistas y conservadores, también hay gente que cree y apuesta por la igualdad. Coleman recibió ayuda económica del banquero Jesse Binga y del periódico Chicago Defender, que promovió su historia.

Bessie Coleman tomó clases de francés en la Escuela Berlitz en Chicago, y el 20 de noviembre de 1920 partió rumbo a París. Su primera nave fue un biplano Nieuport Tipo 82, con "un sistema de control que consistía en una barra vertical del grosor de un bate de béisbol delante del piloto y una barra timón bajo los pies del aviador".

El 15 de junio de 1921, Coleman se convirtió no sólo en la primera mujer afroamericana en obtener una licencia de aviación internacional por parte de la Fédération Aéronautique Internationale, sino también en la primera afroamericana en el mundo en obtener una licencia de piloto de aviación. 

Como aviadora profesional, Coleman sería muy criticada por un sector de la prensa por su naturaleza oportunista y el estilo extravagante que demostraba en sus espectáculos aéreos. Pero otros la bautizaron como la "Reina Bessie". 

Una falla de equipo la llevó a su muerte a los 34 mientras realizaba una performance en Jacksonville, Florida. No pudo concertar su sueño de abrir una escuela de aviación para los pilotos afroamericanos.