Ahora que ya se habla de una marcha para demoler el Cristo de Alan, alias #CristodeloRobado o como en su momento también se llamara el #CristodelGordoVago, vale decir que si el propio García Pérez se ha atrevido a decir que "si quieren echárselo abajo, échenlo", es porque mucho no lo va a extrañar. ¿Por qué? Pues, porque posee una réplica en miniatura de dicho monumento que hoy sabemos solo refleja la megacorrupción.

Y ¿cómo así?

El 18 de junio de 2011, durante un evento en Palacio de Gobierno, el fotógrafo Rafael Zarauz, del extinto diario16 -que fiscalizó al milímetro el gobierno de Alan García-, se percató de que había una réplica del Cristo y ¡flash! quedó para la posteridad.

Así, dicho diario que reveló el caso, también recogía la versión de García que anunciaba entonces que Odebrecht donaba el Cristo que costó 830 mil dólares y de la que él pondría de "su bolsillo" unos 100 mil soles. Así, como quien regala caramelos.

Sin embargo, esta ligereza consecuente al penoso lema "la plata llega sola", le valió cuestionamientos que llegaron hasta tocarle el bolsillo, pues muchos pidieron que hiciera pública su declaración jurada.  

Pero, otras perlas que no se han indagado hasta hoy, también salieron entonces de la boca de Alan García. Cuando se le cuestionó si era falta de ética o conflicto de intereses recibir una donación que tenía como fuente a una empresa que ya tenía millonarios contratos con el Estado, García dijo esta frase para no olvidar:

"Al contrario, lo que es poco ético sería recibir coimas de una empresa, como ha ocurrido en nuestro país".

Y Alan García agregó: 
"No solo esa sino muchas otras han puesto los 30 millones originales para hacer el Gran Teatro de la Nación, han colaborado en muchas obras. Lo que yo hago es buscar que las empresas que ganan dinero, hagan obras a favor del país".

Eso nomás, por ahora, para refrescar la memoria.