¡Al feminismo se le respeta!
El tuitazo se ha convocado para este lunes de 12 a 2 p. m. con el hashtag #MinistraFeminismoEs
Se ha generado una movida de indignación tras las declaraciones de la ministra de la Mujer, Ana María Choquehuanca.
¿Qué dijo? Bueno, para muestra un botón:
“Al margen de darles autoestima a las mujeres (...), lo que necesitamos es mercado”.
“No tengo un sesgo feminista, creo que el machismo tampoco es bueno, siempre me he ido por la igualdad de oportunidades”.
Otra perlita más:
¿Una dosis de feminismo no le caería mal a este país, no?, pregunta el periodista Thorndike. “¿Más?”, dijo la nueva ministra riéndose, en un país que es el tercero con la tasa más alta de violaciones sexuales en el mundo y que reporta feminicidios cada día.
“El machismo no solo se sufre aquí en el país, sino también en América Latina. Creo que ahí hay que hacer mea culpa también… Quienes educamos a los hombres, a los hijos varones, somos las mujeres… nosotras tenemos que cambiar de actitud”. En pocas palabras, lo que la ministra dice es que las mujeres tenemos la culpa de que nos pasa. Machismo ministerial que le ha valido respuestas de activistas feministas que se ofrecen a brindarle algunas clases para que no siga haciendo papelones. Porque se necesita compromiso y firmeza para atender y eliminar la violencia hacia las mujeres. Es su oportunidad de dar un giro.
El feminismo, -ignora la ministra-, le ha permitido a ella y a todas tener acceso a la educación, al trabajo, a tener voz y voto en este país donde pese a algunos avances se sigue considerando que la mujer es inferior, un objeto desechable, una ‘Respondona’ que merece castigo. El machismo no es lo contrario al feminismo. El feminismo busca la autonomía, la igualdad de género. El machismo pega, viola, mata. Nos siguen matando.
No son pocos los que piensan que la designación de Choquehuanca tiene un objetivo claro. Una gestión sin aspavientos, deslucida, de transición hacia la desaparición del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables. No olvidemos que el presidente Pedro Pablo Kuczynski confirmó que se estaba evaluando fusionar dicho ministerio con el Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social (MIDIS), con lo que se contradice el Acuerdo Nacional de, entre otras cuestiones, llevar adelante los planes nacionales de igualdad de género y contra la violencia de Género 2017-2021.
Pero, además, este nuevo ministerio cambiaría de nombre a Mujer, Familia e Inclusión Social (MUFADIS), como lo adelantó el propio jefe de Estado ¿Por qué? Es claro que esta denominación no es coincidencia. Responde claramente a los intereses de la jerarquía de la iglesia católica y evangélica que pretenden imponer el discurso y la práctica de que la mujer solo tiene un rol en el hogar, que solo sirve para la dar y criar hijos, que sus problemas solo son ‘domésticos’. Si se concreta, el presidente que se unió a la campaña y movilización #NiUnaMenos daría un duro golpe a las mujeres y, pondría el sello del oscurantismo, además de la desprotección sobre las poblaciones LGTBIQ, entre otras.
Organizaciones feministas han enviado una carta a Kuczynski solicitando una reunión para que se aclaren las intenciones sobre el futuro del ministerio y el real compromiso si lo hubiere con los problemas de las mujeres y poblaciones vulnerables.