El fujimorismo entre la espada y la pared a raíz del allanamiento a sus locales y los indicios de malos manejos de dinero ahora quiere devolver el golpe y va por el Tribunal Constitucional, el máximo organismo de justicia y el que pretende controlar para resolver a su antojo el indulto a Alberto Fujimori.
No es casualidad que esta movida fujimorista se ejecute apenas 24 horas después de que el expresidente Alan García declarara en la comisión Lava Jato. Sus declaraciones fueron en el mismo sentido del partido naranja, poner en cuestionamiento al presidente Kuczynski y presionar para que también declare, echar más sombra, presionar, debilitarlo aún más. Y el fujimorismo que ya viene envalentonado, atrapa la flor de García, le devuelve el favor poniendo en tribuna la impunidad del caso El Frontón y de taquito arremete para sacar de la Diroes a su líder.
La denuncia contra los magistrados del TC tiene que ver directamente con el caso El Frontón, ocurrido durante el gobierno de García Pérez y los acusados buscan la prescripción. Poner en jaque mate al TC pretende la impunidad en un caso de delito de lesa humanidad y liberar a una sentenciado por lesa humanidad, además de consumar el autoritarismo fujimorista de tomar posesión del sistema de justicia.
La jugada aprofujimorista inhabilita a Eloy Espinoza, la suspensión de Carlos Ramos y Marianella Lesdesma, se salvaría Manuel Miranda, sin embargo, con el voto de los cuatro magistrados no denunciados podrían dar luz verde al indulto antes de Navidad.
No es la primera vez que se manifiesta la alianza aprofujimorista. Como diría el propio Alan García, “política no hay coincidencias”. El vocero de la bancada aprista y miembro de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales, Javier Velásquez Quesquén, está favor del informe contra los cuatro magistrados del TC. Cuento conocido.
Los congresistas están interfiriendo con decisiones que los magistrados toman respecto a los casos. El Congreso no puede ni debe tener injerencia en el TC. La denuncia debe archivarse, es claro que estamos asistiendo a un atropello político.
Los legisladores Gino Costa y Marisol Espinoza integrantes de la Subcomisión de Acusaciones constitucionales denunciaron anoche que no se les había entregado la propuesta de informe. Costa preguntó en su Twitter: “¿Acaso la suerte está echada?”.
Aprovechando que la ciudadanía está más abocada a las fiestas navideñas, el fujimorismo actúa amenazante. ¿Cuál será la siguiente institución en su ruta por la impunidad? ¿El CNM? Como si no nos bastara ya con la megacorrupción, hay que exhortar a la población a no distraerse y alzar la voz contra un nuevo golpe a la democracia.